Jimmy Jump, en el momento de ponerle la barretina a la Copa del Mundo
El catalán que se ha hecho famoso por irrumpir en eventos deportivos ha vuelto a hacer de las suyas, esta vez en el Soccer City
Johannesburgo. (EFE).- Jimmy Jump, el catalán que se ha hecho famoso por irrumpir en eventos deportivos como un espontáneo, saltó hoy al Soccer City de Johannesburgo, escenario de la final del Mundial de Sudáfrica entre Holanda y España, minutos antes de que los equipos saltaran al campo para escuchar los himnos nacionales.
Ataviado con su habitual barretina, el saltador recorrió buena parte del terreno de juego y llegó hasta el lugar en el que se encontraba la Copa del Mundo destinada al ganador. Una vez allí se resbaló antes de tocarla y fue reducido por los miembros del equipo de seguridad y extraído del campo. Jimmy Jump ha protagonizado sonoros saltos a todo tipo de eventos, el penúltimo al pasadofestival de Eurovisión durante la actuación de Daniel Diges, el representante español.
En terrenos deportivos se dejó ver en la final de la Eurocopa de 2004, en la final de la Liga de Campeones de 2007 y en otros muchos partidos. Se trata del segundo espontáneo que salta a un terreno de juego durante el Mundial de Sudáfrica, después de que un italiano lo hiciera en la semifinal entre España y Alemania disputada el miércoles pasado en Durban.
Mario Ferri, de 23 años, pretendía protestar con su gesto por la ausencia del italiano Antonio Cassano en el equipo de su país. La broma le costó unos 300 euros de multa. El espontáneo italiano había llevado a cabo una acción similar en noviembre pasado durante el partido amistoso que disputaban Italia y Holanda en Pescara.
En terrenos deportivos se dejó ver en la final de la Eurocopa de 2004, en la final de la Liga de Campeones de 2007 y en otros muchos partidos. Se trata del segundo espontáneo que salta a un terreno de juego durante el Mundial de Sudáfrica, después de que un italiano lo hiciera en la semifinal entre España y Alemania disputada el miércoles pasado en Durban.
Mario Ferri, de 23 años, pretendía protestar con su gesto por la ausencia del italiano Antonio Cassano en el equipo de su país. La broma le costó unos 300 euros de multa. El espontáneo italiano había llevado a cabo una acción similar en noviembre pasado durante el partido amistoso que disputaban Italia y Holanda en Pescara.